Blog personal, Acerca de las vivencias ocurridas en mi vida, o de otras personas, y cosas que me interesan o me gustaría comentar.

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lunes, 25 de enero de 2010

1. Mis más vagos recuerdos

A decir verdad, no se como empezó todo…no se como mis padres se conocieron… solamente se que ya estaban ahí cuando llegué, casi finalizando la década de los 60´s.

Vivíamos en Limón, y dentro de mis vagos recuerdos tengo, el de estar diciéndole a mi padre que quería tomar chupón, en una noche en que estábamos viendo en el televisor una serie de miedo llamada “sombras tenebrosas”, a lo que el me indica que fuera a la cocina y lo sacara del refrigerador.

Muy buen padre tenía…estaba oscuro, y aún en mi mente algunas escenas de la serie de terror, que para mi primer año, ya me tenía algo trastornado.
Al llegar a la cocina, una sombra grande, y algo peludo salió a mi encuentro…a lo cual algo frío y baboso rozó mi cara…

No pude más y eché a correr mientras gritaba desaforado en dirección hacia mi padre…y exacto, era nuestro perro “El Oso”, un pastor Alemán, el cual luego los vecinos mataron por ser bravo, pero esa noche el fué el único que me protegió en mi búsqueda del ansiado chupón.
Año 1969, en Limón

De mi primer fiesta de cumpleaños que recuerdo, mis tíos elaboraron una piñata algo rústica, (ya que no había plata para comprar una), estaba hecha de puro papel de regalo azul y cinta adhesiva, no tenía forma de nada…ni de piñata… llamaron a los chiquillos del barrio, y me vendaron los ojos, y al no poder romperla con el palo, de ninguna forma que trataba, y escuchar las risas burlonas de la multitud, opté por quitarme las vendas y abalanzarme encima de la piñata y destrozarla a puñetazo limpio…luego de esa actitud, fui castigado y se acabó la fiesta.

Pero no todo terminó ahí, aún con sangre en el ojo, me fui al carro de mi papá, solo, y a escondidas de todos…iba en busca del revolver que el guardaba debajo del asiento, y no con muy buenas intenciones.

Lo saqué, y si acaso me lo aguantaba, no podía levantarlo con una mano, así que usé ambas…no sabía muy bien que pretendía hacer, pero juro que traté de jalar el gatillo con todas mis fuerzas, no se en que dirección, pero gracias a Dios, no lo pude hacer, estaba muy duro para mi, y para mis 2 años de vida. Algo digno de contar de cualquier psicópata actual, pero fue la última vez que toqué un arma de fuego, la cual dejé en su lugar, luego de ese milagroso fracaso.

Y se que eran mis 2 años, porque a esa edad, no vivíamos más en Limón, y tampoco con mi padre…ellos se habían separado hacía algún tiempo, y estábamos ese día de visita, en la casa de él.
Año 1969, Parque Morazán

1 comentarios:

Ameyal dijo...

Qué belleza... Fue en Portete donde conocí el mar.

Era mi cumpleaños número 8 y llovía, con esa lluvia dulce y cálida del Caribe...y lo recuerdo como si fuera hoy.